Sería hipócrita si dijese que lo mío fue vocación, descubrí la psicología cuando ya habían pasado por mi mente muchas posibles profesiones, sin embargo en 2009, me matriculé en la Licenciatura de Psicología en la Universidad de Málaga. Al terminarlo, decidí que la perspectiva de trabajo impartido en la carrera no era mi estilo y me embarqué en descubrir y formarme en otras metodologías. Me inscribí en el “Instituto de Técnicas de Grupo y Psicodrama” en Madrid para formarme en Psicodrama Sistemático. En estos tres años de formación me reencontré con una de mis pasiones, el teatro, y en el que aprendí que la libertad añorada por el paciente no es tenerlo todo sino tener la capacidad de tomar decisiones, que la terapia puede ser un juego lleno de espontaneidad y creatividad donde él es el protagonista y responsable de su
historia, y no el terapeuta, el cual es solo un guía y acompañante de éste con unas técnicas muy activas y humanas.

Durante estos años también me embarqué en un estudio complementario relacionado con la Terapia de Aceptación y Compromiso. Aprendí que los valores de un paciente son su brújula de vida y que cuando no apuntan al norte y traicionan estos valores, hay que darle la bienvenida a esa sensación de pérdida tan desagradable; que las etiquetas no definen la identidad del paciente, son su yo y sus circunstancias, aunque estas no sean siempre las más agradables.

Sin embargo, necesitaba estar a pie de calle y decidí realizar dos voluntariados, en los cuales sigo actualmente. En 2015 entré a formar parte de la junta directiva de la “Asociación Psicosocial en Intervención Social (APSICO)”. En 2016, llegué a la “Asociación en Defensa de la Atención a la Anorexia y Bulimia (ADANER)”, con ellos/as, inicié la especialización en los
trastornos alimentarios, una de mis vocaciones profesionales.

Realicé el Máster en Psicología General Sanitaria, formación que me permite ejercer como psicóloga sanitaria titulada. Ahí proseguí con mi especialización en trastornos alimentarios al hacer las prácticas externas en el hospital de día “ITA-ABB” de Málaga. A su vez, fui becada para trabajar en el Servicio de Atención Psicológica de la UMA, en donde continúo colaborando y creciendo como profesional.
Recientemente, he añadido a mi lista, una nueva aventura como profesional de la salud en “Centro de Psicología y Mente”.